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> Ilustración por Nasma para Revista (Des)Cartable
Por Maya Richards
-¡Hijo’e la setenta mil!
-Cállate por favor.
-Acostumbrate, vivís en Nicaragua…
“No intentés que tu voz se disperse
(como epidemia o hormiguitas en algún pico de queso medio comido).
Mil y un horizontes hay y ninguno va a llevársela donde vos querás”
“Te lo romantizo así nomás”:
Mi historia nace de una bala que rosa piel.
De minas de tierra
y falsas promesas.
Pensamientos que duran 5 segundos
con voces indeterminadas
y monosílabos no invitados.
Me quedé al borde de la frontera.
-disimulando desde arriba-
Le daba patadas al suelo para que se levanten aquellas nubes de polvo
que aparecen por esos meses en Managua.
Los espejismos se han vuelto más recurrentes:
Chavalos (futuros magistrados, diputados ) en camionetas
Los veo ahí montados con su sonrisa bien puesta y la novia al lado:
-Amor todo este país te lo regalo, y los impuestos del pueblo también.
La propiedad privada, el Estado, la familia
y yo. (¡No jodas!)
-¿A cuánto está el dólar?
-¿A cuánto la libra de frijoles?
-No creo que le alcance ninguno corazón.
¿Quiénes sonríen?
No pueden ser los miserables o aquellos con dinero.
BAM
BAM
Solo sonrisas veo atrás del vidrio de la pantalla.
No veas los mapas que nos limitan a querernos
→de cualquier forma son barreras que nos ponemos para escapar de la realidad.
Me voy lejos de estas fronteras.
No me importan los granos de café (que se van a exportar),
los bosques (talados)
los lagos, las lagunas (charcos de aguas negras)
-todo lo sagrado aquí-
Me dividen las placas tectónicas que componen mi vida,
sigo buscando el azul en alguna ventana.
¿Por qué me sigo aferrando?
Yo sé que aquel volcán te hipnotiza
cuando bajas la carretera.
Yo sé que hay unos cuantos atardeceres embarrados que te
marcan el chip de la memoria.
(La memoria se borra eventualmente
acelerar el proceso no cambia nada)
Loading….
Loading…
El sol se refleja en el agua.
Olor a salitre,
cordilleras de verde eterno.
Libreros de esperanza.
“No se pudieron borrar los archivos almacenados”
-Escuché un “hijo’e la setenta mil”
-No viene de aquí, lo estás soñando.
Solo hay acentos raros por estos lados.
Dormite
