> Ilustración por Nasma para Revista (Des) Cartable

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William González:

la poesía desde el destierro

Por descartable

William González Guevara nació en Nicaragua en el año 2000, a los 11 años migró a España para encontrarse con su madre, también migrante, y desde entonces su vida está marcada por ese destierro. Su primer libro Los Nadies recibió el XXV Premio Internacional de Poesía Joven Antonio Carvajal, y en el mismo año su segundo libro Me duele respirar ganó el Premio de Poesía Hispanoamericana Francisco Ruiz Udiel.

William González: Antes de que empieces muchas gracias por invitarme, me ha sorprendido muchísimo, yo he tenido mucho tirón aquí en España con el tema de los premios pero claro al otro lado del charco tampoco es que haya tenido tanto, me hace muchísima ilusión principalmente con gente de mi país, así que nada, que gracias.

Revista (Des)Cartable: Nos da mucho gusto conversar con vos William. La primera pregunta que queríamos hacerte es ¿Cómo empezás a vincularte con la poesía?, es la pregunta más difícil, pero no podíamos empezar de otra manera.

William González: Nicaragua es el primer contacto lógicamente con Rubén Darío. A los 6 o 7 años me acuerdo perfectamente, porque en mi casa en Managua en el barrio San Luis Sur había un armario súper viejo, amarillento, el típico armario viejo que tenemos en todas las casas, y había varios libros de Rubén Darío y di con Azul justamente. Yo creo que ese fue el primer contacto que tuve con la poesía porque en mi casa tampoco es que se leyera mucho, mucho menos poesía que es un género minoritario, no es como la novela que siempre está encima de la mesilla de noche.

Revista (Des)Cartable: ¿Cómo fue pasar de ese primer contacto a empezar a tomartelo más en serio y concursar allá en España? De escribir rimas y versos de niño a decir “me voy a lanzar a un concurso”.

William González:  Para explicar el tema de los concursos tengo que explicar mi llegada a España, porque yo llego a España con 11 años, llego al colegio porque aquí yo terminé el colegio, la secundaria y el bachillerato. Yo he sido antipremios toda la vida, nunca me han gustado porque en España hay una obsesión muy grande por los premios y esto lo sé de primera mano porque hablo con todos los jóvenes poetas españoles y hago entrevistas también. Yo venía de un país donde la poesía no era un concurso literario y vengo a un panorama aquí en España donde se le da muchísima importancia a los concursos literarios, pero aún así yo sigo escribiendo sin necesidad de presentarme a concursos ni nada, hasta el año pasado que un poeta que se llama Manuel Francisco Reina con Rosa Villacastín una periodista española me dicen: William, anímate a presentar tus poemas o tus libros o lo que sea, a concursos. Yo reúno una serie de poemas de los 11 a los 17 años que es Los nadies, le doy un eje temático y lo mandó al premio Antonio Carvajal y da la casualidad de que gané pero antes de presentarme al Antonio Carvajal yo ya había trabajado en Me duele respirar, que es el segundo libro. Pero el tema de los concursos literarios de cómo empiezo es por pura curiosidad, empecé en mi instituto.

Revista (Des)Cartable: Una pregunta que me surge leyendo algunas entrevistas tuyas es que vos sos muy amiguero, siempre hablás de tus amigos, ¿cómo es compartir eso que hacés con tus amigos que tal vez no son poetas?

William González: Es que lo de mis amigos es brutal porque ellos no se enteran nada de poesía, no tienen idea de quién es Rubén Darío ni Ernesto Cardenal, ni nada. Y eso me encanta porque cuando quedo con ellos hablamos de fútbol, de Mbappé, de Messi, además hay uno que juega en el segundo equipo del Atlético de Madrid, es decir, no son gente que les apasione la literatura como a mí y eso me encanta porque sería muy aburrido para mí estar hablando siempre de literatura. Sí que hay momentos para todo y mis amigos se descojonaban, claro, ponen mi nombre en Google: “Ah, el poeta William González”, se parten de risa, pero vamos, que a mí me encanta, yo he crecido con ellos, nos conocemos y sé que están orgullosos y me dicen que les encanta verme ahí. Y además como somos del mismo colegio que es el Lope de Vega -que para mí fue de lo mejor que me ha pasado en la vida- porque yo llegué de Nicaragua y no tenía a nadie, yo abro el libro con un prefacio que lo escribí en octubre del 2011 y la primera frase es que soy el nuevo extranjero de la clase, no tengo amigos, no conozco a nadie y es que es verdad.

Revista (Des)Cartable: Inauguramos esta plática hablando de Azul, este gran libro que termina siendo como la ventana para muchas cosas, pero ¿Vos te fuiste por otros lados? Ya estabas haciendo verso libre en el colegio, que eso ya es muy aventado, ¿entonces por dónde siguió tu interés en la poesía, cuales fueron tus otros autores?

William González: En realidad he mamado muy poco de la literatura nicaragüense. Yo vine aquí con 11 años y el panorama que tenía era el español, estudias en España, vives en España y te van a hablar de un señor que se llama Federico García Lorca y un señor que se llama Antonio Machado y claro es súper distinto, el propio Antonio Carvajal incluso.

Es súper distinto lo que se hace en Nicaragua y a mí una cosa que me encantó cuando Gioconda Belli me presentó en el Centroamérica Cuenta ella dijo que yo reunía a las dos grandes corrientes: la nicaragüense y la española. Yo creo que en el fondo sí, porque me he enriquecido de ambas, ya entrando a la carrera a nivel literario sobre todo me he enriquecido de la literatura española, lo que no quiere decir que le haya quitado el ojo a la nicaragüense. Estoy leyendo mucho contemporáneo. Manuel Vilas, por ejemplo que además lo conozco personalmente y es un poeta que me encanta, pero así a rasgos generales de nombres pues he mamado de todo, lo que te decía… Generación del 27, Las SinSombrero, que a veces se olvidan, que parece que en España las mujeres no escribían en la época de la Guerra Civil, Antonio Machado, Miguel Hernández, sobre todo ellos.

Revista (Des)cartable: Me gustaría saber ya no a nivel literario sino de otros ámbitos ¿Qué está presente de Nicaragua en vos?

William González: Pues muchísimas cosas, es que sin Nicaragua yo creo que ni escribiría, si hubiese nacido en España no creo que fuese -aunque me da cosillas decirlo-  poeta. Siempre que trato de escribir un poema  lo que tengo en la cabeza es una fonoteca de Nicaragua, porque todas mis vivencias donde fui muy feliz, mi infancia con mis primos, mis amigos en el barrio. El otro día se lo comentaba a mi madre, yo tenía 11 años y fue como que me arrebataran todo, fue como un destierro. Sergio Ramírez cuando me escribió unas palabras para la contracubierta de Los nadies, dice una cosa que me encantó, dice que ensayo mi destierro desde niño escribiendo y es verdad, quizá escribir es una forma de sentirme cerca de Nicaragua, porque Nicaragua al fin y al cabo es mi infancia, más que una bandera, que un himno, mi abuela es mi infancia, mi familia son los recuerdos, el trompo, el yoyo, el traca traca, los dulces, sabes lo que daría yo por sentarme a comer un coyolito o un pico. Pero sí, Nicaragua juega un papel fundamental en sobre todo en Los nadies y en Me duele respirar ya ni te cuento.

Revista (Des)cartable: ¿Cómo fue este proceso de escribir Los Nadies y después Me duele respirar?

William González:  El tema de Los nadies para mí es súper complicado, es una recopilación de los 11 a los 17 años, estos poemas que iba escribiendo yo los iba a recolectando y los guardaba debajo de un canapé. ¿Qué pasa? Que Manuel Francisco Reina me anima a presentar mis poemas a los premios pero sinceramente yo lo que tenía no lo veía premiable, porque al fin y al cabo los premios llevan un eje temático y me sorprendió bastante, incluso lo mandé con muchísima incredulidad. El libro empieza en Madrid, octubre del 2011, que es mi llegada a España y se cierra con Guardabarranco que es cuando ya estoy lejos de Nicaragua, no puedo volver y no he vuelto aún, es un proceso nostálgico muy largo. Empieza en 2011, llego a España, las vivencias del colegio y luego vivencias con mis compañeros en el barrio porque claro yo vivo aquí en un barrio, en Carabanchel, que es un barrio súper famoso de Madrid porque está calculado como un barrio obrero, de gente trabajadora. Y yo empiezo a ver que pasamos de una pobreza en Nicaragua a una pobreza en Madrid, pero es una pobreza distinta, un poco más camuflada. Y empiezo a ver cosas y ahí saco la segunda parte del libro que es el Iris extranjero, sobre las vivencias con mis amigos, luego la parte de Los nadies y por último la cierro con un epílogo, pero vamos, que la parte final es Nicaragua pura y dura, la nostalgia de querer volver, de querer estar ahí porque me siento súper vacío y que es como una reminiscencia a lo que es Nicaragua.

Revista (Des)cartable: Solo una pregunta curiosa antes de continuar, ¿vos no tenés nacionalidad española todavía?

William González:  Mira es muy curioso, yo no tengo, mi madre tiene nacionalidad española y yo la voy a meter y me salen dos meses, pero yo no tengo nacionalidad española porque yo quería ganar un premio si lo presentaba siendo 100% nicaragüense.

Revista (Des)cartable: Es un gesto muy político y muy lindo también.

William González: A ver para ti, pero por eso mi madre se enfadó mucho, se arrechó bastante porque me decía es que vaya tontería, pero ahora me tramito la nacionalidad, ahora que me he sacado el Antonio Carvajal ya me da igual.

Revista (Des)cartable: Contanos un poco sobre Me duele respirar, tu segundo libro…

William González: Y bueno el segundo libro sí que tengo muchísimas cosas que contar porque en 2018 estallan las protestas en Nicaragua, yo estaba entrando a la universidad más o menos, ¿qué pasa? Que yo escribo un poema que se titula “Abril 2018” y lo guardo, porque es lo típico que hago siempre con todas mis cosas, que es guardarlas y tenerlas ahí. Luego veo que la cosa se está poniendo muy caliente con el paso de los años y yo estudio Periodismo, el doble grado de Lengua y Literatura con Periodismo, y soy muy obsesivo con las investigaciones. Entonces asesinan a un amigo mío allí, pierde la vida en las revueltas y yo me empiezo a preguntar los porqués, como todo periodista que quiere saber hasta el final y empiezo a investigar. Me duele respirar fue un trabajo donde yo quería entender los porqués, que muchos me han criticado ahora incluso gente de mi familia que dice no sé cómo hablas de eso pero bueno. Yo empiezo este libro en abril de 2018 y lo cierro el 7 de noviembre de 2021 cuando el señorito Daniel Ortega se supone que gana las elecciones. 2019 y 2020 yo me centro en la investigación, yo quería sacar lo que había pasado allí pero desde otra perspectiva, porque yo vivo en España desde los 11 años y veo que están viniendo muchísimos nicaragüenses exiliados y cada uno de ellos tiene una historia que contar.

 

Me decía José Manuel -que es el periodista de La Voz de América–  que yo hablaba de Me duele respirar como el proyecto de mi vida, pero solo tengo 22 años, pero es que sí, tengo 22 años, pero yo para escribir ese libro dejé de quedar con mis amigos, acababa los exámenes de la universidad y mis amigos me decían vamos a celebrar, y yo me volvía a mi habitación a pasar en el ordenador y a transcribir la entrevista de X señora o señor que huyó de Daniel Ortega en las protestas, veía reportajes, me veía 500 vídeos y es que tengo folios enteros de cosas que me iba apuntando, es que podría sacar un libro entero de cómo cómo hice Me duele a respirar, pero esa es la historia de ese libro, es un libro que para mí fue muy duro escribirlo y sobre todo al conocer todas estas historias de esta gente.

Revista (Des)cartable: Queremos hacerte la típica pregunta de cierre y es: ¿Qué planes tenés ahora?

William González: La verdad es que ahora mismo me han invitado a muchos festivales, por ejemplo, estuve en el Centroamérica Cuenta, me invitaron al Internacional de Granada que es en abril, creo que Me duele respirar ya habrá salido para entonces y quizás se presente allí. A nivel de escritura tengo más cosas por ahí, pero no sé si van a salir pronto porque sinceramente chicos, yo estoy reventado de los premios. Presentarte a un premio es muchísimo agobio, compites contra 500 personas, no sabes si vas a ganar, y yo tuve la suerte de ganar el Antonio Carvajal y luego el Francisco Ruiz Udiel, pero para mí el Antonio Carvajal fue totalmente inesperado porque es un libro que habla de narcopisos, de cosas muy poco habituales dentro del panorama poético joven español. Y yo creo que me lo dieron por la temática sin duda alguna, he tocado temas muy calientes aquí en España como el tema de los MENAS que son los menores extranjeros no acompañados.

Pero a mí Me duele respirar me encanta porque he trabajado tanto en él, es complicado porque me lo tomé tan en serio sin saber si iba a dar fruto el tema. Pero sí muy duro todo y bueno, a ver, ya cuando salga el libro si quieren otra entrevista o nos sentamos a hablar sobre él, pues yo encantado. La verdad que a mí lo que me hace ilusión es hablar con gente de mi país, al fin y al cabo, yo encantado estar de aquí.