> Ilustración por Nasma para Revista (Des) Cartable

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Michelle Recinos:

la literatura como registro

Por descartable

Michelle Recinos tiene 25 años y nació en El Salvador. Es periodista de formación, trabaja en el área de investigaciones de La Prensa Gráfica y actualmente es uno de los nombres que está sonando fuerte en la narrativa centroamericana contemporánea. Este 2022 ganó el X Premio Centroamericano Carátula de Cuento y también el Premio Monteforte Toledo de Cuento. Hablamos con ella para conocer más sobre su trabajo y los temas de su literatura.

Revista (Des)cartable:¿Cómo empieza tu relación con la literatura?

Michelle Recinos: Yo siempre suelo decir que las cosas que me están rodeando ahorita llegaron a mí casi que por casualidad. Durante la adolescencia yo leía bastante los libros de Stephen King, pero claro siempre fue una cosa de puro consumo, puro entretenimiento, nunca me imaginé produciendo algo, solo era literalmente para matar el tiempo. Luego llegué al periodismo de una forma casi de casualidad. Es que no sé cómo explicarlo, creo que toda mi vida, mi relación con la literatura fue de simple placer, jamás me imaginé que iba a ser una forma de vida o que me podía dedicar a eso, ni siquiera para vivir, solo fue una especie de refugio o de escape, las cosas solo empezaron a aparecer.

Revista (Des)cartable: ¿Cómo fue este proceso de decidir participar en el Centroamérica Cuenta y luego en el Premio Monteforte Toledo?

Michelle Recinos: De igual forma fue una cosa casi que de casualidad, por lo menos el Centroamérica Cuenta yo ya había escuchado de ese certamen, había escuchado a varios escritores -o más bien machos que escriben- que lo mencionaban y decían hay que participar en esta onda y que todos los años estaban constantemente participando. Yo creo que por cuestiones de tiempo nunca me dije voy a mandar algo, realmente siempre he sido una persona bien ocupada en cuestiones laborales, siempre he estado trabajando y estudiando, entonces nunca me había sentado yo a decir bueno voy a participar en esto y fue hasta este año que dije bueno voy a intentar en Centroamérica Cuenta a ver qué sale y resulté ganadora de ese primer certamen. Luego con Monteforte Toledo tengo que ser bien honesta, yo no he sido de estas personas que siempre han estado como en estos círculos literario dominados por el macho, entonces es como que no tenía una idea de qué ruta seguir, qué premios participar, literalmente alguien lo compartió en Facebook  el Monteforte Toledo y dije bueno, veamos si me sigue durando la racha de suerte.

Revista (Des)cartable: Acabas de mencionar el machismo en los espacios literarios aunque también en los periodísticos sucede, ¿querés contarnos algo sobre tu experiencia con ese tema en ambos lugares?

Michelle Recinos: Sí, yo creo que puedo hablar del lado de la escritura porque del lado del periodismo por suerte hasta hace poco mi editora era mujer y pues por lo menos en ese espacio no me tuve que enfrentar tanto a eso, claro que el periodismo es una cosa también dominada por el macho, pero creo que en el tema de literatura es donde más puedo hablar porque es donde más tengo experiencia. Lo que yo siempre cuento en todas las entrevistas que me hacen es que durante los años de la universidad había como estos circulitos de puros machos, que ellos decían que si vos no estabas escribiendo lo que ellos escribían o leyendo lo que ellos leían, incluso te presentaban como alguna guía de “hágase escritor en 10 sencillos pasos” y si no la leeías, entonces no servías, no cabías ahí. Entonces eso me desmotivó, yo creo que es una cosa que  no solo me ha pasado a mí porque tengo otras amigas que también se han sentido interesadas en el tema de la escritura pero como es un espacio que culturalmente o comúnmente está siempre dominado por el macho que quiere ser Bukowski o que quiere ser Bolaño no hay mucho espacio para otros temas.

Revista (Des)cartable: Me llamó la atención la cuestión de los temas, este intento de tratar de alejarse de los temas bukowskianos o del estilo de quienes quieren ser Bolaño ¿Qué temas te interesan a vos?

Michelle Recinos: Creo que lo que más se movía en esos circulitos eran temas sobre el escritor maldito, que desperté después de una gran resaca y una cosa así.  Todo lo que sea cuestiones sexuales, pero sexuales de cosificación de la mujer, no una sexualidad compleja como es la sexualidad humana, esos eran los temas. A mí me pasaba que varias veces me decían que era cursi, que no tenía carácter porque porque yo quería hablar de la complejidad de los sentimientos sobre todo del lado femenino, entonces cuando vos llegás a uno de estos círculos con estos temas de repente es como que tu visión de la literatura es una visión de telenovelas. Y es porque tienen esta concepción de que el amor solo se reduce al amor de telenovela, de las parejas heterosexuales. Yo creo que hay más temas, por ejemplo este de la complejidad de los sentimientos de la feminidad, la complejidad de los sentimientos en general humanos y es una temática que a mí me acompañó desde el primer día que empecé a escribir. También cuando queres tratar el tema de la coyuntura te dicen no, eso dejaselo a los periodistas,  pero claro que también la literatura en su función de registro tiene que de una u otra forma también abordar lo que está pasando.

Revista (Des)cartable: ¿Y después de estos dos premios estás trabajando en algo?

Michelle Recinos: Estoy pensando en publicar una antología, una un poquito más amplia o extensa que Flores que sonríen, la que publiqué con la editorial Los Sin Pisto, que es una cosa bien pequeña, chiquita. Entonces sí quisiera publicar algo un poquito más extenso y que es en lo que estoy trabajando, en el género de cuento.

Revista (Des)cartable: Escuchandote hablar sobre periodismo y literatura me surgió la duda de saber cómo trabajas ese híbrido ¿Cómo funcionan para vos estos dos mundos?

Michelle Recinos: Pues la verdad que voy a hablar en la corta experiencia que tengo pero sí puedo decir que claramente en el periodismo no podemos tomar las mismas licencias que en la literatura, pero yo sí creo que pueden haber otras formas de contar las cosas y creo que el problema aquí es que como actualmente hay tanta información, hay tantos medios, tantas personas contando, tantas cosas pasando puede parecer que ya todo está dicho, que ya no hay nada más que decir pero ahí es donde para mí entra un poquito el chip literario. Claramente no puedes mezclar ficción y periodismo en un sentido más riguroso del trabajo, pero si te puedes tomar alguna licencia de escritura a la hora de escribir periodismo y a la hora de escribir ficción creo que también el rigor periodístico me ha acompañado bastante, por lo menos en estos dos últimos cuentos que fueron los ganadores de estos dos certámenes , son los cuentos que más están influenciados por la labor periodística.

Creo que el hecho de haberme acercado a fuentes, de haberme acercado a víctimas de violencia de los temas de los que tratan los cuentos de una u otra forma es una cosa que permea bastante la creación literaria y no se puede dejar de lado, entonces yo sí creo que van de la mano, no creo que tengan que estar peleados.

Revista (Des)cartable: Vos hacés periodismo en El Salvador en medio de un contexto político convulso ¿Cómo sentís que te ha influenciado El Salvador en tu forma de escribir, en tu forma de hacer periodismo y en tu forma de posicionarte frente a la literatura?

Michelle Recinos: Una cosa que no me canso de repetir cada vez que me preguntan es que yo creo que la literatura tiene una función súper grande de dejar registro de las cosas que están pasando y ahí es donde entra mi eterna pelea también con todos estos círculos que ven de menos algunos temas. No porque estés registrando algo significa que no tiene que ser “bonito”, aunque se escuche cursi y  es ahí donde entra el tema de la buena literatura, de la buena escritura, algo bien escrito que está escrito así “bonito” por muy cursi que se oiga, es algo bien hecho. Entonces creo que es imposible decir que la situación de El Salvador no me ha marcado, creo además que se nota, es imposible vivir en un país tan convulsionado como en el que vivo yo y hacérse la de la vista gorda, en El Salvador quizás no es necesario inventar, tenés tantas cosas de las que hablar que quizás no hace falta inventar, sino que hace falta empezar a contar.